Miguel Bonasso en Mendoza

Están dividiendo el campo popular


Miguel Bonasso fue militante montonero y funcionario de Cámpora."Nosotros no militábamos por un sueldo y enfrentábamos al poder", asegura. 
Cuestiona el modelo extractivo y denuncia connivencia del Gobierno con las empresas mineras.

Participó de un taller, invitado por el gremio ATE y las asambleas defensoras del agua.


Además Bonasso fue militante activo dentro de Montoneros y estuvo junto a Héctor Cámpora en el retorno del peronismo al poder, en 1973. Por eso parece casi imposible no empezar cualquier charla comparando aquella juventud peronista con la actual. Bonasso estuvo en Mendoza, invitado por el gremio ATE y las asambleas defensoras del agua. 

-¿Cómo ve a la juventud kirchnerista como La Cámpora, que tomaron algunos nombres y banderas de los '70?
 -La juventud peronista de la época de Cámpora y el propio doctor Cámpora, éramos militantes gratuitos, que no cobrábamos por militar. No teníamos puestos públicos, al contrario había dictadura. Luchábamos contra la dictadura de Onganía y Lanusse y nos reprimían. Enfrentábamos al poder, no nos beneficiábamos con el poder. Esa es una diferencia central. 

-¿Le ha tocado pelearse con amigos y compañeros de militancia de esa época?
-Sí, con muchos. Es doloroso, penoso. Se suele hablar mucho sobre si alguien es o no kirchnerista y demás. Son situaciones feas. El kirchnerismo está dividiendo el campo popular.

-¿Es peligrosa esa división?
-Sí, siempre la división del campo popular puede traer el peligro que los sectores más reaccionarios y retrógrados de la sociedad aprovechen. En este caso supongo que porque ya no está de moda hacer golpes de Estado, al menos los tradicionales, el golpe puede ser de carácter electoral. Es decir puede venir la derecha con una alianza electoral. 

-El kirchnerismo hace una advertencia similar.
-Eso existe. Pero el peligro justamente es que al estar divididos no exista un fuerte contramodelo que los pueda parar. Hay que generar una respuesta política mayoritaria que todavía no veo en el país. Vendrá seguramente, pero no la veo. 

- Usted denuncia a las empresas mineras y a los gobiernos que impulsan esa actividad ¿Cómo funciona el sostén político de ese modelo extractivo?
-Es un modelo internacional. Los países industrializados han ido bajando sus propias producciones extractivas y las han ido derivando a la periferia, concretamente a los países subordinados. Por eso más allá de que se chille, éste país es uno de ellos. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en algunas cosas se puede haber plantado, pero en esto es absolutamente obediente al modelo que se quiere imponer a nivel internacional; el modelo Rockefeller. ¿Cuál es ese modelo? Extractivismo: minería en la Cordillera, producción de soja transgénica a costa de los bosques nativos en el campo y las nuevas técnicas contaminantes de producción petrolera (shale oil); todo para generar la renta para pagar la deuda externa. Cristina Fernández saludó alegremente a Rockefeller. 

-¿Cree que no ha cambiado ese modelo respecto a otras décadas?
-Para sintetizarlo, es la continuación del menemismo por otros medios.

-Hay una resistencia social a la minería y otros tipos de producción. ¿Pero hay una resistencia política?
-Lo que creo que ese modelo ha ido corrompiendo a gobiernos provinciales y al nacional. Hay un problema de corrupción. No es que sólo están subordinados por miedo; sino porque se benefician con eso. Hay una oligarquía política que está recibiendo los beneficios. Ahora, el costo que esos beneficios para el pueblo son enormes.

-En Mendoza hay resistencia a la minería, pero no ocurre lo mismo con la actividad petrolera. ¿Ese modelo extractivo que denuncian incluye a la actividad petrolera?
-También, pero creo que el peligro de la megaminería es un peligro comprobado en el cual no hay posibilidad cierta de defender algún beneficio. En la energía, mientras no cambiemos la matriz energética la producción petrolera y gasífera son necesarias. Hay que medir efectivamente que las consecuencias no sean desastrosas para el medio ambiente y que a lo largo del tiempo preservar los recursos no sólo con un criterio ambiental sino también económico, impedir el saqueo y desarrollar industrialmente el país. La minería genera trabajo para hoy y hambre para mañana. Si fuera verdad lo que dicen de la minería, Catamarca sería una provincia de vanguardia, y es la penúltima provincia en cuanto a pobreza y desarrollo.

-¿Cree que las leyes provinciales “antimineras” como la 7722 corren riesgo de ser anuladas o cambiadas?
-Corren riesgo. El retroceso de Río Negro es una señal. Los mendocinos tienen que tener claro el panorama: la minería es un competidor con el agro por el uso del agua. En San Juan no se puede sembrar más del 20 por ciento de los campos por falta de agua. Y le regalan el agua a la minería.

-¿La ley de glaciares se está aplicando?
-No, la forma que tienen para anular las leyes es no darles presupuesto.

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